miércoles, 8 de junio de 2016

Estimados Lectores:
En este Blog me daré a la tarea de ir publicando poco a poco diversos proyectos de Fanfic y obras originales, espero ir actualizando los más cotidianamente posible este espacio, comenzaremos con una trabajo en proceso que tiene diversas influencias en obras del mundo de los video juegos como Dark Souls, así como elementos de juego antiguos como Soul Reaver, todo combinado con personajes propios e ideas locas de mi propia mente, sin más que decir les doy la bienvenida en este espacio y dejo el primero capítulo de esta obra que he llamado

THE SOUL HUNTER

CAPITULO I
EL NACIMIENTO DEL CAZADOR

La hora era la acordada hacía mucho tiempo por los antepasados de aquellas figuras encapuchadas que se reunían poco a poco alrededor de un antiguo altar, altar donde siglos atrás se había realizado un terrible pacto…con un alto precio de no ser cumplido por aquellos que empeñaron su palabra a la oscuridad, durante tanto tiempo las cosas se habían mantenido en equilibrio, nunca el rito fue incumplido y siempre aquella presencia maligna a la que ellos fervientemente llamaban Dios siempre fue complacida a cabalidad.
-la hora se acerca.

Declaro una voz algo seria  fría posicionándose cerca del altar en donde reposaba una joven mujer sumida en una especie de transe, un profundo y pacifico sueño, ignorante de las oscuras nigromancias y hechicerías que ocurrían a su alrededor, aquellos canticos que helarían la sangre incluso de los más valerosos guerreros, palabras incomprensible para el intelecto humano, quizá una lengua muerta muy antigua o…pudiera ser alguna que no perteneciera a este mundo, en las manos de los que entonaban los canticos se podían ver horrible libros cubiertos de carne humana, inscrito con palabras y símbolos que para aquellos mundanos que habitamos este mundo resultarían solamente garabatos sin sentido, el rito había al fin alcanzado su climax mientras los sacerdotes oscuros comenzaban a danzar frenéticamente y de pronto y de la nada silencio…una profundo y expectante similar a aquellos que preceden una temible calamidad.
-oh gran y antiguo Dios de nuestros antepasados, estamos aquí reunidas las 4 Familias que fundamos este prospero lugar con tu bendición para cumplir el pacto ancestral que fue hecho contigo, atiende a nuestro llamado oh gran antiguo morador del vacío, oh gran emperador de caos que nos traes vida y proteges a nuestros seres amados.
El Sacerdote principal se quedó de pie mirando al cielo y levantando sus manos mientras que los demás cayeron de rodillas con mansedumbre mientras el aire comenzaba a rugir con fuerza.
-hemos escuchado su llamado y acudimos para honrar el pacto ancestral.
Dijo una ominosa voz de la cual no podía discernirse su procedencia exacta.
-Presentad ahora el sacrificio al Dios
Ordenó el sacerdote principal, los hombres llevaron a la durmiente joven ante el altar principal entre canticos solemnes.
-el momento ha llegado el momento en que el Grana Olglimaran descienda sobre vuestro mundo y tome lo que por derecho le fue arrebatado hace eones en tiempos del macro cosmos, es gracias a ustedes que una vez más tenemos la fuerza para entrar en este mundo…
Aquella noche el pacto fue roto por aquellas presencias malignas que nos engañaron fingiendo ser algo que en realidad nunca fueron, jugando con nuestras mentes y las vidas de todos y cada uno de los que les servimos como fieles esclavos y ahora…es nuestra culpa, nuestra responsabilidad que el mundo este al borde del caos, desde ese momento hice un juramento…que no descansaría hasta que el último de los antiguos sea destruido, sin embargo fue mucho más sencillo decirlo que hacerlo la guerra duró por mucho tiempo, perdí todo…familia, amigos, amores, todo con tal de detener a aquella abominaciones que los míos habían dejado entrar a este mundo.
Con el pasar de los tiempo ellos se volvieron cada vez mas “perfectos” dejándonos atrás una y otra vez, no importando lo duro que lucháramos hasta que todo terminó o eso pensé cuando fui capturado y condenado a ser enviado a un horrible hueco de fuego llamado “el portal del infierno”, caí por tanto tiempo…sufriendo un dolor inenarrable, maldiciendo mi propio destino y todo aquello que me había llevado a ese punto, deslizándome hasta la locura, en un torbellino de tormento, una agonía que no terminaba, hasta que de pronto alguien puso fin a mi tormento, la caída había destruido mi alma…pero de alguna manera estaba vivo, mire a mi alrededor buscando algo que me indicase en donde estaba.
-¿qué es esto?
Me pregunte a mi mismo al ver mi mano llena por completo de cicatrices de quemaduras, tocando mi rostro al igual que el resto de mi cuerpo pude constatar que en todo había sentadas marcas de mi martirio y mi caída por las llamas eternas del infierno, pero…que era ahora ¿estaba vivo?, ¿acaso estaba muerto?, había demasiadas preguntas en mi cabeza que se agolpaban como un remolino furioso mientras sostenía mi cabeza y un punzante dolor en mis cienes comenzaba a hacerse presente, fue en ese momento que lo escuche…primero tenue como un susurro y después fuerte y clara, una voz que me llamaba por mi nombre.
-Sparda…Sparda
Decía incesantemente la voz, tome una pañoleta que estaba en el suelo y la use para cubrir mi rostro y ponerme mi sombrero, dejando solo al descubierto mis ojos, sin duda alguna algo estaba a punto de suceder y no tenia del todo claro aún cual seria mi papel en aquella charada, pero no tenía más opción que continuar adelante y enfrentar lo que fuera que estuviera preparado para mi…
Cientos de pensamientos en aquellos momentos seguían atormentando la mente de aquel extraño ser que una vez fue un hombre, su faz no era visible solo esas profundas y resplandecientes orbes azules que tenía por ojos, tan llenas de energía y a la vez tan macabras que helaban la sangre, sin duda alguna no era más aquello que una vez fue, la voz continuaba llamándole sin detenerse.
-Sparda Seraphan…te conocemos, hemos visto en tu alma la oportunidad de derrotar aquellos que los antiguos han hecho y restablecer el equilibrio en el universo.
-no comprendo, ¿Qué es esta cruel broma?
Exclamo el chico mostrando su mano completamente deformada por las innumerables quemaduras sufridas.
-de que les puede servir un espectro, una sombra.
-Espectro…no, tu no eres un espectro te has convertido en algo que va mucho más lejos de el simple y mundano concepto de espectro o alma, te has convertido en un cazador de alma, un ente consumido por la locura, por el desprecio y convertido en un arma capas de matar a los mismos seres que trascienden los planos físicos y terrenales.
Aquella ominosa voz pareció adoptar una actitud de severidad mientras continuaba.
-tú has sido traído nuevamente aquí para cumplir la promesa que una vez hiciste, la promesa de enmendar lo que tus ancestros hicieron al dejar entrar a los dioses del macro cosmos desde su prisión a nuestro mundo, de arreglar lo que por siglos ha llevado el mundo a las orillas de la destrucción total.
-¿siglos?
Increpo furico el espectro de cabellos blancos como la nieve
-pero si la guerra tan solo tiene un par de años de haber comenzado
-¿crees acaso que el mundo se detuvo por tu ausencia?...no, han pasado 1000 años desde que fuiste arrojado desde lo alto de la montaña del Aqueronte al infierno mismo, nosotros te hemos salvado de seguir vagando sin sentido.
-mis hermanos…
-así es, ellos se han convertido en los recipientes terrenales de los dioses antiguos del macro cosmos como lo viste cuando te traicionaron, así que ha llegado el momento de ajustar cuentas con tus hermanos…o si lo prefieres, hora de obtener tu venganza, debes destruir a tu padre y a tus hermanos, para que de esta manera el equilibrio pueda ser restaurado y los pecados de tu clan revindicados.
-¿tengo acaso otra opción?
Respondió Sparda Seraphan bajando la mirada y apretando los puños.
-lo hare…ellos deberán pagar por su traición no solo a mi, también a toda la raza humana, deberán sufrir el precio por sus pecados.
En aquel momento el ambiente comenzó a volverse frio y agresivo, de una de sus manos violentamente surgió una llamarada azul que pronto se transformó en una espada, una reproducción fiel de su arma favorita, la contemplo detenidamente algo desconcertado al ver esa cantidad de energía densa en su mano.
-que así sea, ve ahora cazador de almas, venga aquello que te ha atado a este destino y restablece el equilibrio del mundo antes de que colapse.
Después de decir aquello la ominosa voz se quedó en completo silencio y un portal se abrió en un altar bastante cercano, él lo comprendió era su entrada al mundo que una vez compartió con sus hermanos, habían pasado ya mil años desde su ausencia…no sabía que esperar exactamente luego de tanto tiempo perdido en la inmensidad de la locura y el sufrimiento, suspiro profundamente y saltó dentro del portal, fue un viaje una experiencia sumamente desagradable, sentir como su cuerpo se volvia pedazos lentamente le recordaba aquellos largos años en la vorágine de fuego, hasta que al fin llego a un oscuro y lúgubre lugar, por un momento se sintió demasiado desorientado, ¿Dónde estaba, era acaso el mundo correcto?, se puso de pie solo para acomodar su indumentaria y comenzar a explorar el lugar.
La ciudad luego de un tiempo le pareció conocida al fin, Londres parecía haber pasado al olvido, todos aquellos grandes e imponente edificios que una vez visitó y defendió al lado de los suyos ahora solamente permanecían en ruinas, recordando que una vez existió algo en aquel lugar, miles de pensamientos nuevamente se agolparon dentro de la cabeza del peliblanco mientras caminaba por las desoladas calles, el frió aire soplaba pero solo podía saber que el ambiente estaba frío al ver su respiración condensarse pues su piel no tenía sensación alguna, deambulo por las calles solitarias por mucho rato hasta que llego al antiguo parque cercano al parlamento,  en ese momento un enorme terremoto pudo sentirse, la tierra se agitaba violentamente como si cada parte del mundo se sacudiese como un animal que busca deshacerse de los paracitos aferrados a su piel.
-lo sientes?
Dijo de pronto una voz algo familiar para el…había pasado tiempo desde que escucho esa dulce voz, mas no se dio la vuelta, no podía permitir que ella lo viera así…se oculto un poco mejor el rostro para después responder.
-si…puedo sentirlo, ha pasado mucho tiempo, Sofi…
-un milenio, ha pasado un milenio desde la última vez que pude verte Spy, desde ese momento en que perdimos completamente la guerra.
Aquel ente atravesó su cuerpo y se puso frente a el mirándolo directamente, el rostro de la mujer que una vez amó había desaparecido, ahora ante sus ojos solo podía ver un espectro, una sombra atada al plano físico, llena de heridas y con aquella mirada ausente, sumida en la tristeza, la mitad de su una vez hermoso rostro ahora estaba completamente desfigurada y sus ropas se encontraban manchadas de carmín por la sangre derramada.
-desde entonces los Seraphan tomaron el control de todo, conquistaron rápidamente el mundo entero e impusieron su voluntad sobre todo, sin rebeliones, sin objeciones…pero prono sería solo una lucha por preservarnos.
Hizo una pausa dramática mientras el vengador la miraba con sus ojos resplandecientes y azules, aún podía verse su blanca y aperlada cabellera que le recordaba al hombre que una vez fue, tomo un poco de aire para darse valor y continuar contando a Sparda lo que pasaba en el mundo.
-Tu padre perdió completamente la cabeza y con el tiempo vio a los seres humanos como una abominación, un error en el universo que debía ser corregido, apenas 2 años después de haber conseguido la victoria con el poder de los ancestrales y habiendo asimilado por completo a esos seres en sus cuerpos, Maleck comenzó a hacer experimentos buscando crear una nueva raza para el planeta, una que fuera “digna” de su liderazgo.
Ella tomo a Sparda como lo hacía cuando aún estaba con vida, de pronto el pleiblanco se vio a si mismo en su ciudad natal, pero algo era diferente, las personas parecían correr completamente despavoridas, después de eso solo flashes de escenas horribles de gente siendo ofrecidas a seres extra dimensionales, criaturas que devoraban a las personas en vida para después ser regurgitada con formas que más bien recordaban a bestias.
-Fue así como surgieron los que llamamos quimeras humanas, una amalgama de seres que se unieron a tu padre.
La escena volvió a cambiar y Sparda pudo ver a su hermano Aquiles, el cual era un reflejo exacto de él, solo que con algunas diferencias, sobre todo aquellos intensos y castaños ojos que siempre le caracterizaron, pero en ese momento, había algo mas, el castaño tenia un par de alas de dragon en su espalda mientras discutía con una figura sentada en un trono, hecho con figuras humanas completamente amalgamadas, sus rostros parecían estar sufriendo un dolor inenarrable.
-Con el correr de los Años los Seraphan se volvieron menos humanos y mas…divinos, mientras absorbían mas y mas las habilidades y las esencias del macro cosmos, pero las discusiones así mismo comenzaron a surgir cuando Aquiles reprobó los actos de Maleck al decidir erradicar todo rastro de la humanidad, pero eso solo lo llevaría a una sola salida.
Sparda presenció como un horrible ser se ponía de pie frente a su hermano, sus ojos como los de un demonio sin sentimiento miraban al castaño mientras se ponía de pie dejando ver que llevaba puesta una capa…de un espectral brillo y que emitía un sonido particular, difícil de dilucidar hasta que vio algunos rostros en ella…estaba hecha con la esencia de almas torturadas y atrapadas en ella, maldecidas a quedarse al lado de su martirizador eternamente, la criatura tenia garras por manos y colmillos por dientes, alta como una torre e imponente como un titán se irguió completamente delante del joven con rasgos draconicos, pero entonces la vió…la espada que le había sido legada por los ancestros más antiguos del clan, símbolo de su autoridad, no cabía duda alguna, aquella criatura era su padre…
-tu no entiendes en absoluto nada Aquiles, ellos no son nada, no sirven ni para crear vidas como las que nuestra gente crea ahora que podemos reproducir a los nuestros gracias a los esfuerzos de tus hermanos, ahora ya no son necesarios, por lo tanto las Taylor y los suyos deben ser destruidos.
-no permitiré eso, hemos alcanzado un camino que puede llevarnos a la paz y a coexistir en este mundo para alcanzar lo que siempre quisimos, un mundo prospero y mejor
Replicó el castaño a su padre, pero no pudo decir nada mas pues la espada del patriarca había atravesado su corazón.
-decepcionante…pensé que entre todos mis generales y líderes de clan, tu aquel que fue bendecido con un poder más grande que tus hermanos entenderías la grandeza que estamos creando día con día en este lugar, pero ahora solo has condenado tu alma y la de todos aquellos que están contigo a una eternidad de tomento, yo Maleck Seraphan…
Dijo con aquella Siniestra y ominosa voz que parecía hacer temblar la misma tierra por el terror que provocaba.
-Te condeno a ti y a tu clan los Garra Oscura al exterminio, tú y todos los Dragones serán exterminados, esa es mi voluntad y habrá de cumplirse.
Aquella horrible criatura se acercó al peliblanco que había sido atravesado por su acero, espasmos que su cuerpo hacia involuntariamente denotaban el estado de agonía en el que se encontraba, debatiéndose entre la vida y la muerte, mientras el liquido vital brotaba por la herida, goteando hasta el piso donde ya podía apreciarse un enorme manchón escarlata oscuro, el Mayor tomo a su hijo y ante la mirada estupefacta de Sparda que contemplaba aquel actor que lo perseguiría en pesadillas por mucho tiempo, su propio padre mordiendo y arrancando el alma de Aquiles, para después consumirla y dejar caer el cuerpo sobre el charco que había dejado la sangre del castaño, las almas dentro de su capa comenzaron a emitir un aterrador sonido difícil de explicar, era como si diesen la bienvenida a un nuevo condenado a aquella dimensión de dolor y angustia.
-Llévense a esta basura y llamen a los generales, hay un anuncio que debo hacer ahora mismo.
Ordeno con aquella ominosa y aterradora voz, mientras algunos soldados con apariencias deformes y horribles indescriptibles para la tierna imaginación de ser humano, seres miserables que solamente podían ser descritos como aberraciones o errores resultado de los seres humanos pretendiendo ser dioses, con aquellas cabezas sin rostro, en lugar de ellos solo había un hueco lleno de colmillos, cuerpos con una piel grisácea que tenían largas piernas y brazos delgados, como un par de ramas delicadas que pareciesen más patas de arácnidos que extremidades humanas, el cuerpo del castaño fue sacado de la sala del trono y lanzado por un acantilado a la vorágine donde tiempo atrás Sparda habría encontrado su morada final, luego de aquello la visión termino con un ojiazul cayendo de rodillas, se sostenía la cabeza y miraba al infinito mientras buscaba digerir lo que acaba de ver, que había sido…¿una visión?, ¿un recuerdo del pasado acaso?.
Los pensamientos se acumulaban como un furioso torrente en su cabeza, no sabía con exactitud qué era lo que ocurría hacia solo unos pocos instantes había despertado luego de siglos y siglos de tortura y locura, las cosas habían cambiado demasiado en el tiempo que permaneció vagando sin rumbo fijo por las fronteras de la oscuridad eterna, le costaba entender todo lo que ocurría y por primera vez en su vida se sintió completamente perdido.
-Que…
Mas fue interrumpido nuevamente por un enorme terremoto que pareció sacudir la tierra desde lo más profundo de su centro.
-¿Qué demonios está pasando en este mundo?
Pregunto cuando el terremoto al fin se detuvo, parecía completamente incrédulo a notar que las calles parecían completamente solitarias.
-Todo esto es causa de tus antepasados y de sus descendientes, tu padre y los clanes que se conglomeraron alrededor de su liderazgo y aceptaron a los ancestrales como parte de su poder han corrompido este mundo hasta su centro, la tierra misma se sacude en un intento inútil por quitarse la pestilencia que ha consumido todo, han interrumpido el siclo de la vida mismo, aquellos que mueren no pueden completar sus destinos.
La mujer movió su mano y Saprda pudo escuchar el sonido de si propio corazón cayendo al suelo al sentirse horrorizado de ver a cientos de personas vagando súbitamente por las calles, sus miradas estaban completamente perdidas y solo caminaban sin un rumbo fijo, la parte que hizo que sintiera un escalofrío que recorría su cuerpo fue cuando vio a alunas de esas figura nebulosas llenas de horrendas heridas, algunas otras con mórbidos aspectos, brazos anormalmente largos, cráneos con protuberancias y demás horrendas deformidades, sin duda alguna experimentos fallidos de los experimentos preternaturales hechos por los Seraphan…
-se quedan atrapados aquí en el plano espiritual, atascados en un lugar donde no hay nada mas que agonía…sufriendo el dolor de su muerte una y otra vez, sin poder avanzar de esta sala de torturas y perdiendo lentamente la esperanza, solo para ser consumidos por su propia desesperación y rabia.
En la lejanía pudo ver un enrome par de ojos verdes que brillaban con un fulgor espectral y ominoso, llenos completamente de nada más que violencia y hambre, era como ver directamente a los ojos de una bestia, un depredador que asecha a su presa desde las sombras, no pudo evitar sentir que había un enorme peligro rondando por todas partes, una energía oscura y negativa que parecía rodear a las almas indefensas de aquellos que vagaban sin esperanza por aquellas lúgubres calles.
-hasta que esa propia desesperación y rabia consume su fuerza vital, su humanidad, su mente…todo aquello que una vez fueron lentamente se convierte en nada, solo en necesidad, en un hambre que los consume hasta lo más profundo de su ser.
Una de las sombras entonces se abalanzo rápidamente contra el alma de una pobre mujer que por primera vez en el tiempo que Sparda la había visto caminar errante mostro una expresión, pero no reconforto la torturada alma del cazador, pues el rostro de la mujer se desfiguró en una mueca del más puro y aberrante terror mientras que aquel extraño ser la atrapaba con sus garras, al fin pudieron ver su forma verdadera, el asco súbitamente sustituyó al miedo y la angustia que en ese breve instante habían hecho presa al joven Seraphan, frente a ellos ese extraño ser de piel verdosa, con colgajos de la misma callendo a pedazos comenzaba a disfrutar su presa, debajo de aquella horrible y pútrida piel solo podía verse una sustancia viscosa y oscura que fluía y chisporroteaba mientras el monstruo se movía, su manos que alguna vez fueron humanas ahora solo eran garras, sus dedos medio e índice se habían fusionado así como el meñique y el anular, quedando solo como un par de dagas afiladas, así como su pulgar que ahora era una apéndice del mismo tamaño que los anteriores, garras afiladas que recordaban a las de una fiera ancestral, con ella partió en dos a la desdichada alma que solo podía gemir y gritar por el dolor que le estaba siendo infringido, como una tortura obrada por el mismo demonio.
-y es así como con el tiempo se han convertido en depredadores…devoradores de almas que evitan caer en el olvido al consumir a otras almas para sustentarse a sí mismo y a su propia locura…lo que una vez fueron ya no lo son más ahora solo queda una sombra corrupta que sirve como canalizador de la vida de estos monstruosos seres.
El devorador se dio la vuelta y dejo ver su rostro, o lo que quedaba de él, una enorme boca cruzaba prácticamente todo su cráneo de la cual escurría una sustancia roja carmesí…¡¿era eso acaso sangre?, se preguntó a si mismo Sparda mientras escuchaba un gutural sonido, como el rugido de un depredador luego de consumir su presa o cuando reclama su territorio, los ojos verdes resplandecientes del devorador cambiaron a un rojo obscuro mientras que su cráneo prácticamente se partía por el tamaño de sus enormes fauces repletas de afilados colmillos, podía verse la saliva y la sustancia roja escurrir por esas dagas que tenía por dientes, formando hilos viscoso, el hedor a muerte que vino fue tan sobrecogedor que le costó trabajo no mostrarse asqueado, todo eso fue seguido por una sensación de pesadez, como si un enorme peso aplastase a todos y el aire alrededor de esa criatura se volviera espeso y pesado.
-Dios mío…
Sparda dio un paso atrás ante la bestia que comenzaba a hacerse mas grande y fornida, una enorme y bizarra sonrisa se dibujó entonces en su mórbido rostro.
-¿Dio mío?
Increpó la criatura mirando al pleiblanco con esos enorme orbes rojos llenos de locura y furia, su aura se volvió mucho más agresiva mientras miraba al cazador y ese pequeño ápice de duda en sus azules ojos.
-Ese ser no existe…ese maldito ser que se negó a escucharnos no es nada más que una pila de porquería que nos dejó morir como miserables insectos ante el poder de Demonios depravados, que dejo que su supuesta obra maestra fuera manchada con la inmundicia que trajeron los Seraphan.
El monstruo comenzó a caminar lentamente tocando con sus enormes garras las paredes cercanas, dejando profundas marcas con su uñas largas como una cuchilla.
-eso es lo que es tu Dios pero ahora…entenderás que no te escuchar ni jamás te escuchara cuando te devore maldito espectro.
Un rugido se dejó escuchar y el devorador se abalanzó contra el Cazador, podía sentirse su energía negativa y agresiva mientras Sparda esquivaba los embates de su garras con mucha dificultad, no cabía duda que era una criatura poderosa, lentamente la ventaja de agilidad del pelblanco se fue mermando, no entendía que era lo que estaba ocurriendo, si solo era una esencia, un alma sin cuerpo físico ¿por qué había comenzado a sentir fatiga?, había demasiadas cosas que aún no alcanzaba a comprender de todo esto.
-MUERE
Exclamo el espectro malvado pero en aquel momento un resplandor dorado dejo sin vista al agresor, mas su garra seria detenida por el ojiazul, lentamente los ojos del cazador comenzaron a encenderse, como una llama estuviese dentro de él y comenzase a salir por sus ojos, luego de eso los colmillos de Sparda crecieron, recordando a unas criaturas míticas a las cuales el y los suyos habían dado caza y muerte siglos atrás, tomo fuertemente al devorador y clavo sus colmillos en su cuello, lentamente una materia verde comenzó a escurrir por la espalda del monstruo mientras su cuerpo…su esencia se convertían en nada despareciendo y siendo consumido por el extraño ser que el una vez orgulloso y frio guerrero se había vuelto, cuando el depredador se fue Sparda quedo tumbado de rodillas, solo mirando su mano, su razón lentamente estaba volviendo y podía ser consiente de lo que acababa de hacer…
-que…¿Qué es esto?, ¿Qué es esta sed que súbitamente siento? Y este poder que recorre mis venas.
Sintió un enrome dolor en su cabeza como si algo o alguien la oprimiese con fuerza, se sujetó el cráneo y lentamente sus oídos comenzaron a emanar sangre mientras en su mente podía escuchar aquella ominosa voz que hacia unas horas le había dado la bienvenida luego de ser sacado del fozo de la locura…
-ahora debes entender que este será tu sustento, deberás consumir las almas perdidas y corrompidas por la inmundicia causada por los tuyos, para de esta manera darles un descanso eterno, es por eso que eres ahora un cazador, un consumidor de almas que purgará el mundo de aquellos que lo han corrompido, ahora debes regresar al plano físico para llevar a cabo tu misión.
Pudo sentir como su cuerpo súbitamente estaba ardiendo, con un fuego que quemaba desde su interior, un dolor indescriptible, mientras todo a su alrededor comenzaba a cambiar lentamente, cuando quedo en el suelo de rodillas parado delante de una runa lo supo, su sentido del tacto había regresado completamente, ahora no solamente podía sentir el aire, podía percibir nuevamente el aroma…la brisa que provenía del agua cercana al parlamento.
El Segundo capítulo está en proceso, para información sobre futuras actualizaciones síganme en mi twitter, son bienvenidos también todos sus comentarios, críticas y sugerencias.